P I D E M E
Diplomado / Especialidad Aeromedicina y transporte de cuidados críticos IX generación
Director:
Jaime J. Charfen
Coordinador académico:
Ricardo Rangel
Modulo 13:
Emergencias cardiovasculares
Alumno:
Pérez Cruz Arturo
E m e r g e c i a s ca r d i o v a s c u l a r e s
Introducción:
El profesional de transporte de cuidados críticos (CCTPs) rutinariamente encuentra pacientes con arritmias cardiacas y la necesidad de estar familiarizados con la interpretación y monitorización de un electrocardiograma de 12 derivaciones, incluyendo los cambios electrofisiológicos y estas complicaciones del paciente. Adicionalmente, estar familiarizado con los marcapasos y desfibriladores implantados, incluyendo el transporte seguro y los problemas que pueden tener estos pacientes con estos dispositivos, esto es la clave para los PTCC.
El ECG de 12 derivaciones gráficamente representa la actividad eléctrica en el tejido cardiaco. La monitorización cardiaca en el transporte de cuidados críticos típicamente incluye una visión del ritmo eléctrico del corazón en tres o mas derivaciones y, cuando indican, la evaluación serial del de doce derivaciones. En algunos casos, adicionalmente las derivaciones precordiales son lugar metidas para el diagnostico del infarto ventricular derecho y posterior. La clave del transporte de cuidados críticos es la continua monitorización del ritmo cardiaco y un ECG de 12 derivaciones. respondiendo a los cambios con una rápida y apropiada intervención.
Tradicionalmente las arritmias cardiacas han sido tratadas farmacológicamente. Desafortunadamente, la medicación cardio activa a menudo tiene efectos que pueden reducir la calidad de vida del paciente; en algunos casos, estos pueden ser inefectivos, cada cuando prescriben apropiadamente y toman un buen resultado.
Desarrollo:
Los transtornos cardiovasculares son una razón común para que los adultos busquen atención médica. El dolor torácico es un síntoma común expresado por los pacientes, cuya causa puede ser benigna o amenazar la vida.
El dolor torácico puede ser causado por cualquiera de las estructuras del tórax, incluida la pared torácica (corazón, los grandes vasos, los pulmones y la pleura) y los órganos intraabdominales (esófago). La sensación de dolor torácico, la definición científica y clínica de DOLOR es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial, el malestar torácico incluye no solo dolor, sino también cualquier sensación de malestar que incluye sensación de ardor, aplastamiento, apuñalamiento, presión, pesadez u opresión. El malestar torácico, entonces, es el resultado directo de la estimulación de las fibras nerviosas de los tejidos potencialmente dañados dentro del tórax. Este daño potencial puede ser causado por obstrucción mecánica, inflamación, infección o isquemia. Por ejemplo, con un IAM, los tejidos isquémicos envían al cerebro información sensorial que se interpreta como malestar torácico.
Muchos transtornos cardiovasculares causan dolor torácico. Todas las quejas de malestar en el tórax deben tomarse en serio hasta que se puedan descartar posibles amenazadas a la vida. En ocasiones, puede ser difícil distinguir el dolor torácico del malestar ocasionado por órganos o estructuras fuera de la cavidad torácica. Un paciente con enfermedad de la vesícula biliar, por ejemplo, puede quejarse de molestias en el lado superior derecho del tórax y el hombro porque, aunque la vesícula biliar se encuentra en la cavidad abdominal, el dolor puede derivarse al tórax y al hombro. Lo contrario también puede ser cierto: el paciente puede interpretar la fisiopatología, dentro del tórax como síntoma fuera del tórax, como en el abdomen, el cuello y la espalda. El IAM se presenta comúnmente con sensación de dolor epigástrico, nausea y vómito.
El balón intraaórtico de contrapulsación (BIACP) es el dispositivo de asistencia de corta duración más utilizado en la actualidad debido a su fácil manejo y funcionamiento, así como a sus excelentes resultados. La asistencia mecánica circulatoria debe comenzar por los dispositivos más simples, progresando hacia los más complejos según la respuesta del paciente. El mecanismo básico por el cual ejerce su efecto consiste en un desplazamiento de volúmenes mediante el cual se ejerce un descenso de la poscarga del ventrículo izquierdo (VI), con la resultante disminución del trabajo cardíaco, del consumo de oxígeno del miocardio y, por lo tanto, en un aumento de la presión diastólica que va a mejorar la perfusión coronaria a nivel proximal y la perfusión periférica a nivel distal. Desde el punto de vista del tipo de asistencia, se debe considerar como una asistencia en serie que requiere obligatoriamente la actividad del ventrículo y que provoca un aumento limitado del volumen de eyección.
El BIACP es un método efectivo para el tratamiento de la disfunción miocárdica. El balón está diseñado para inflarse durante la diástole y desinflarse durante la sístole, aumentado la perfusión coronaria durante la diástole y disminuyendo la poscarga durante la sístole. Durante este proceso se moviliza un volumen de sangre (generalmente entre 30–50ml), lo que consigue aumentar el gasto cardíaco hasta en 1l/min mejorando, asimismo, el flujo renal. El punto de comienzo de inflado y de desinflado del balón se controla mediante la consola, que asimismo proporciona el gas necesario para que dicho balón funcione correctamente (helio o dióxido de carbono). La consola sincroniza los tiempos de inflado y desinflado con el ciclo cardíaco mediante el registro del electrocardiograma (ECG) o mediante la onda de presión arterial. El momento de hinchado debe coincidir con el final de la diástole (controlado mediante el ECG en el pico de la onda T), que es el momento en el que la válvula aórtica se cierra. Y el momento del desinflado debe coincidir con el comienzo de la sístole (justo antes de la apertura de la válvula aórtica), que se manifiesta en el ECG mediante la onda R del complejo QRS.
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